Un apellido olvidado, una herencia de otra época, el amor por la naturaleza y el arte. Un reflejo metálico en la piel, un mar de azul de Werner, el contorno perfecto dibujado por una ola, el movimiento sutil del coral, el sonido de los mares en calma. Gotas saladas en un día cálido, el ritmo de tus latidos antes de embarcarte en la próxima aventura.
Imágenes, percepción y sentimientos subyacen a un concepto donde convergen mar y arte. La búsqueda de la belleza, una reflexión sobre líneas, texturas, criaturas e historias existentes para mostrar lo existente y la posibilidad, amalgamando sueños y realidad.
Experiencias y recuerdos que dan forma a la apertura a nuevas olas, viajes, conexiones, amigos, resplandor, paisajes, horizontes…
Ideas atemporales para crear un espacio que conecte con la naturaleza y lo eterno, donde el mañana importa, la sostenibilidad es la forma de pensar y las piezas están hechas a mano con mimo.
Contemplación y reflexión para plasmar en metal una vista particular del mar, nuestra vida cercana y nuestra relación con la totalidad azul.